“un
pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad”
Hoy he sentido eso al verte dar tus primeros pasos
pequeña…
Tus primeros pasos despacito, confiada y sin
prisas…cuando tú, tu espalda, tu cadera, tus piernas rechonchitas han decidido ponerse de acuerdo con tu
equilibrio y te has lanzado a caminar…
Y solo he podido disfrutar viéndote intentarlo…viendo
tu sonrisa de “¡¡¡ lo he conseguido!!!! “ y pensar que todo el tiempo de espera
paciente ha merecido la pena...
Hemos aparcando los miedos, los “cuidado”, los “ay”…
con ellos hemos aparcado los muebles “no seguros” para esta nueva etapa…
Te
hemos dejado ¡¡¡tú espacio!!!
Ahora en cuestión de días caminas a nuestro lado,
sin manos colgantes que te sostengan…
Deambulas con ese andar especial por todaaaa la
casa, y aunque estés concentrada en tus idas y venidas siempre tienes un hueco
para acercarte y abrazarte a mis piernas….Mamaaaaa, me dices, y me llenas de
besos como si en toda tu excursión me hubieras echado de menos…
Qué importante ha sido este tiempo de espera, en
este mundo de prisas en el que todos querían que andaras ¡¡¡ya!!!
-uyyy la falta ya poquito… ¿ya anda?... ¿cuándo va
a andar este bichito?...
No les juzgo…vivimos en una sociedad donde vamos
con prisas para todo y el primero que acaba la tarea es el mejor, y el primero
que llega al metro coge el mejor asiento, y si te das prisa llegas a…
Así
vivimos y así lo reflejamos en la crianza de nuestros pequeños, pero de vez en
cuando hay que parar…
...hay que perderse en los detalles…